martes, 21 de julio de 2009

Sólo conoce la libertad aquél que entra al baño después de 3 días

Así es mi querido amigo. Quisiera volver a imaginarme sentada en esa deliciosa banqueta vestida con uniforme de hospital psiquiátrico. Hoy no veo más que un cuarto oscuro, aunque un cuarto ya sería algo, pero ni siquiera eso veo. Me he mentido mucho. A veces quisiera acordarme como sigue la canción que pusiste en tu anterior post, en el fondo se que guarda un gran mensaje, algo fatídico, pero cantado para mí ¿No son bonitas las canciones que se escriben sólo para nosotros? Casi como si fueran exclusivas.
No me hagas preguntas. Este es mi post y mi espacio… ¿Sabes? Recuerdo que cuándo me preguntaban si estaba segura de algo yo les respondía siempre que no. A veces cuando la persona era muy cercana, de mente amplia, sonrisa fácil y complicidad instantánea agregaba: la verdad es que todo es relativo, subjetivo y circunstancial lo que provocaba espasmos de risa y sexo.
Espero sepas perdonar estos desvaríos, aunque si te pido disculpas es por pura fórmula ya que no me siento culpable ni nada por el estilo, sino más bien me gusta este lado enfermo mío, le digo enfermo pero en realidad es el lado ebrio y ni siquiera es un aspecto o una faceta como se dice, sino una estación. Le digo estación porque a diferencia de Herman Hesse creo que no nos habitan muchas personas en el sentido de que ocupen un espacio en nuestra psique, sino que ellas ocupan un lapso de tiempo –largo o corto- en nuestra vida. Con frecuencia me refiero a mis estaciones. Mentira, es la segunda vez y la primera que la explico con más o menos detalle.
¿Puedes notar esa bella alternancia entre mis estaciones? Una dice una cosa y la otra inmediatamente desmiente. Siempre me pasa, por eso lo que escribo lo escribo rápido porque sino diría totalmente lo contrario. Así nunca escribiré una novela y si la escribo no tendrá ningún sentido, la mayor parte de cada capítulo estará destinada a burlarme de mi misma.
Recién es las 21:30 y me estoy desemborrachando… voy por un traguito (ahora asistes a una composición realista en vivo. Nota de otra estación).
Ummm bueno, no sé que decir… podría contarte alguna anécdota. A menudo me pasa que no sé que decir. Si ahora me pedirías que me fugue contigo seguro que aceptaría.
Estoy buscando el tema de Pastoral pa’ ponerme a cantar ¿no? Necesito algo verdaderamente lacrimógeno.
No… no hay.
Bueno pues aquí está el principio, el nudo y el desenlace: Érase una vez una tipa (como me gusta llamarme tipa, es como si no me diera importancia, lo que es totalmente falso) que andaba infeliz y perdida por el mundo como otros tantos (ni que mi amargura fuera así como original, para qué sino están enlistados todos los trastornos del DSM-IV) pero vivía de todos modos. La tipa seguía el guión de la vida sin mucha convicción y sin mucha convicción se resistía (para ser anarquista – comunista – dadaísta sólo hay que juntarse con tipos que dicen ser anarquistas – comunistas – dadaístas y hablar de temas ídem). Cuando esta clase de personas llevan su vida con dignidad se les llama escépticos o libre pensantes pero no, no era el caso.
La cosa es que la mina esta, cada cierto tiempo entraba en crisis. La crisis se desencadenaba por cualquier huevada como perder el trabajo o andar embarazada (sino acabo este texto esta noche, no lo acabo nunca). Cuando entraba en crisis se dizque deprimía (añado el dizque para reforzar la idea de que me dedico un desprecio sin lágrimas) y cuando se deprimía todo el mundo debía pasarlo mal. Entonces para abandonar la “depre” se emborrachaba con vino hasta perder todas las inhibiciones conocidas que eran muchas por ser criada en una familia partida, medio católica y llena de neuróticos. Lloraba hasta conseguir la atención de alguien que la consuele o al menos la auxilie en medio de todo el vómito, las lágrimas, el moco y –algunas veces- la sangre (así como para añadirle dramatismo a la cosa).
Toda esta escena siempre termina bien cuando en pocas horas se hace otro día, uno da explicaciones, se disculpa, promete nunca más volver a caer en la tentación y enfrenta la vida con una sonrisa estúpida que dura entre tres y seis meses cuando el ciclo vuelve a retomar su maravilloso curso.
Podría añadirle miles de detalles, cientos de variantes predecibles (como el día que te llamé y tu celu estaba apagado ¿Qué musiquita tocaba de fondo?). Mis conocidos podrán atestiguar a mi favor o en mi contra. Lloraba como nena; no, lo niños provocan una lástima superficial porque su llanto es pasajero, lloraba como una vieja arrepentida a punto de morirse. Ojalá me muriera a veces; necesito tanto a mi abuela, creo que me perdí cuando ella se fue, no estoy segura, todo es tan subjetivo, relativo y circunstancial… quisiera volver a la época en que tenía el valor suficiente para volcar mi taza de leche en la cabeza de las visitas, la época en que mi abuela tenía la vitalidad para reñirme y golpearme y a mi ni me importaba, no me importaba que me hiciera comer mi propio vómito porque no me daba cuenta, no daba cuenta de nada, las cosas se sucedían con fluidez, una tras otra, no debía detenerme cada tres meses a recordar nada porque no me daba cuenta que había dolores que no podían esfumarse con la amenaza de la aguja. Todo era simple porque no me daba cuenta. Ojalá no hubiera elegido la pastilla roja, ojalá no hubiera sabido nada.
Era mi inocencia carajo.

5 comentarios:

  1. Ya voté por él ;) Pero no puedo aguantar preguntar, que vino sueles tomar??? Alguna variedad en especial? Por cierto adoro la cultura del Dios Baco. Y la explicación sobre la alternancia de las estaciones me parece acertada, no te había contemplado de esa manera, al parecer los paradigmas aún me persiguen y no me dejan ver más allá. Recuerdo que una vez dije algo "acertado" sobre ti, claro que no hallaba el porque, lamentablemente no recuerdo de que se trataba jejeje, creo que eso no sonó nada coherente.

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  2. Así que no te preocupes, que desvaríos los tenemos todos los "cuerdos"

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  3. No tomo ninguna marca en especial, aunq para ser fiel a la verdad, destesto el Kolbergh porq un frances catador de vino me dijo q es malo, el campos de solana pasa, pero prefiero el santana que es suavito o la concepcion, en especial el rosado cavernet sauvignon que lo probe una vez y ahora ya nolo puedo ubicar, es para mi como un mito urbano.
    La verdad es q dijiste muchas cosas acertadas sobre mi, pero la verdad yo ya he renunciado a tratar de entender a las personas con la cabeza, me dejo guiar por mi intuicion y casi nunca falla.
    Gracias por los votos!!! Finalmente veré mi trabajo publicado.
    Un saludo y espero la tercera parte de la saga del pie del limon, podría titularse:
    "Sobre el pie de limón, la venganza"????
    XD

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  4. Este tipo de relaciones co dependientes de las que se sale con sangre o se vive en un mutuo desgarro mutuo, valen la pena vivir!... digo yo.

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