viernes, 16 de enero de 2009

En Un Ensueño

Mi reloj biológico ya marcaba las 22:00 horas, encendí la tontuela caja para mirar un episodio estreno de Dr. House. Al mismo tiempo que me recostaba sobre el sofá tomé una copa de Cabernet Savignon y un dulce hipnótico, para pronto aprestarme a ensoñar.

30 segundos después...
Al evocar un cachito de oscuridad que había dejado olvidado en la luz vi sangrar al mundo, al alma del hombre como género (saben que me refiero al varón y la mujer). El hombre como el mundo, maquillados con fatuidad y futilidad, no quiero hacer comparaciones pues podría verme mellado en el intento. De sus heridas mortales salían a borbotones llanto y risas sardónicas. Heridas provocadas por graciosas siluetas, con cachos en sus pelones cráneos deformes y en sus famélicas manos pequeños tridentes. Se me antojaban hilarantes, pues de cierto modo se parecían a pequeños payasos de circo saliendo de su también pequeño "escarabajo" o peta.

10 segundos después...
El golpeteo de la puerta y aquel agudo pero familiar tono de voz me levantó con un sobresalto. Recordé inmediatamente que hoy 30 de Julio celebraríamos su santo en una romántica cena en Puerto Madero. Solo atine a gritar en forma muy convincente: mierda!!
Me apresuré en abrir la puerta, menudo error. Sentí como llegaba de lleno un soplamocos como el zarpazo del oso gris para derribar un rival, en la lucha por una hembra en celo.
..Terminamos!! fueron las últimas palabra que advertí de ella.

35 minutos y otra copa de vino después...
Me sentía relajado, el hipnótico y el vino en sinergia acarrearon los sueños, Dr. House había terminado y nuevamente zozobré en aquel burdo ensueño de enanos, sangre y risas sardónicas.
Y aquel cachito de oscuridad quedó por siempre olvidado en la luz.

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